sábado, mayo 12, 2007

Ya que estamos en el tema...



Para el amigo que le escribe a Ingrid Grudke, una muy buena publicidad a mi parecer. El tema "Love´s a game" del grupo The Magic Numbers.

Saludos

Mati

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Había visto esta publicidad en la maldita televisión. Me parece entretenida, aunque un poco obvia (¿no?). Por otra parte, no puedo entender muy bien qué tiene que ver todo esto con el auto. Pero eso me pasa seguido. Hay un spot de Beldent que me deja rascando la cabeza: "Hiciste muchas cosas para conseguir un sí". Sí. ¿Y? Qué tiene que ver con el chicle. No comprendo la búsqueda de identificación en pequeñas experiencias personales. Esas ya agotadoras publicidades de enumeración (que, si no me equivoco, arrancaron con Coca Cola diciendo: para los pelados, para los que se ríen, para los payasos, para los que ven el vaso medio lleno, etc.). No las entiendo. No las aguanto. No me siento parte. No entiendo, tampoco, por qué se verían beneficiadas porque yo me sintiera parte.

"Bailo pésimo", dice una que tiene remeras para cada defecto. Yo bailo pésimo y ni me acuerdo de qué publicitan.

Salud.

Anónimo dijo...

Pero defiendo el amor.


Paréntesis (extracto II)
para I.G.

“Te amo.” Para empezar, deberíamos poner estas palabras en un estante alto, dentro de una caja cuadrada detrás de un cristal que tendríamos que romper con el codo; en el banco. No deberíamos dejarlas rodando por la casa como si fuesen un tubo de vitamina C. Si las palabras están demasiado a mano, las usaremos sin pensarlo; no podremos resistir la tentación. Oh, decimos que no, pero lo haremos. Nos emborracharemos, o nos sentiremos solos o –lo más probable de todo- claramente esperanzados, y las palabras habrán desaparecido, se habrán gastado, ensuciado. ¿Pensamos que tal vez estamos enamorados y queremos probar las palabras para ver si son las adecuadas? ¿Cómo podemos saber lo que pensamos hasta que oímos lo que decimos? Vamos, eso no cierra. Son palabras grandiosas; debemos estar seguros de merecerlas. Escúchalas de nuevo: “I love you”. Sujeto, verbo, complemento: la frase sin adornos, inexpugnable. El sujeto es una palabra corta, que sugiere la humildad del amante. El verbo es más largo pero nada ambiguo, un momento demostrativo cuando la lengua se aparta ansiosamente del paladar para liberar la vocal. El complemento, como el sujeto, no tiene consonantes y se pronuncia empujando los labios hacia adelante como para dar un beso. “I love you”. Qué serio, qué importante, qué cargado de sentido suena.
Imagino una conspiración fónica entre las lenguas del mundo. Deciden en un congreso que la frase debe sonar siempre a algo que hay que ganar, que hay que esforzarse por conseguir, que hay que merecer. Ich liebe dich: un susurro pronunciado de noche, con voz ronca de cigarrillos, y esa afortunada rima de sujeto y complemento. Je t’ aime: un procedimiento distinto, el sujeto y el complemento se quitan de en medio primero para poder saborear plenamente la larga vocal de adoración. Te amo suena quizá un poco demasiado aperitivo, pero está llena de convicción estructural con el sujeto y el verbo, el actor y la acción, encerrados en la misma palabra.

Debemos guardar estas palabras en su caja detrás del cristal. Y cuando las saquemos debemos manejarlas con cuidado. Los hombres dicen “Te amo” para llevarse a las mujeres a la cama; las mujeres dicen “Te amo” para llevar a los hombres al matrimonio, ambos dicen “Te amo” para mantener alejado el miedo, para convencerse del hecho por medio de la palabra, para asegurarse de que la condición prometida ha llegado, para engañarse fingiendo que aún no se ha ido. Deberíamos tener cuidado de tales usos. Te amo no debería salir al mundo, convertirse en moneda, en acción negociable, proporcionarnos beneficios. Lo hará si la dejamos. Hay que conservar esta frase para susurrarla en una nuca de la cual acaba de retirarse el cabello inexistente.

flor dijo...

Dios mío. Me parece horripilante. Es terrible. En realidad, me da pena que alguien piense eso sobre el amor. Es la pelotuda dicotomía de Borges: "Es el amor, ¿debo quedarme o huir?"

"Amor" y todas las conjugaciones del verbo "amar" son palabras para hacer mierda. Exprimilas. Embarralas. Apostalas. Gastalas. Robalas. Apretalas. Gemilas. Escuchalas. Gritalas. Destrozalas. Volvelas a gemir (una y otra vez). Arriesgalas. Si no, ¿para qué vivís?

Anónimo dijo...

Para encontrar los momentos en los que hablar con razones hundidas. Y no con el rasqueteo superficial de la creencia momentánea.
Decir te amo y amar son cosas tan distintas.

flor dijo...

Exacto, pero cuando vamos a las palabras [que es de lo que habla la langosta] ¿para qué guardarlas en una caja de cristal? No tiene ningún sentido y no es lógica de sanidad de la pareja. Si yo pensara que no puedo decir "te amo" porque el otro va a pensar que quiero tener sexo con él o que quiero ca(z)arlo... Nunca le diría te amo a nadie con otros fines. Es bizarrísmo. Qué cinismo.

Anónimo dijo...

No lo veo cínico. Más bien creo que tiene que ver con la santidad de ciertas palabras. Yo prefiero guardar algunas frases para momentos inesperdos. Y usar otras en lo cotidiano.

t dijo...

Ufffff... Maldición. ¿Otra vez la distinción literatura-vida cotidiana? ¿Ciertas palabras hay que sacarlas a la calle con una correa y otras hay que guardarlas entre algodones? ¿Por qué? ¿Para qué? Hay una cosa que se llama sinceridad y es lo único que puede salvar todas las palabras. No es el lugar en el que estén ubicadas las palabras sino la sinceridad del que las usa lo que las hace valer. Y, quiérase o no, las palabras son un valor de cambio.
Nunca le he dicho "te amo" a una mujer para llevármela a la cama (creo, de hecho, que no es una buena táctica). Nunca he pensado que tal vez estaba enamorado (en primer lugar, eso no se piensa sino que se siente).
Personal no ha hecho aún una campaña para el uso responsable de las palabras. Ya lo hará. Sólo basta saber que esa campaña no puede ser sincera.
Gieco dice: "Qué lástima que la gente no es tan sabia / de mirar sólo a los ojos para la verdad saber".

Anónimo dijo...

No coincido en lo absoluto.

flor dijo...

¿Entonces?

[Me llama poderosamente la atención]

t dijo...

LSDA:
Me parece intrigante (uffff, vuelvo cansado pues me tuve que subir a un banquito para sacar esa palabra de lo alto de la alacena) su comentario. Sobre todo, me resultan interesantes (ése es un término que descansa en el cajón de las palabras que uso los días martes) sus fundamentos (ese vocablo tiene un cartelito que dice "palabra que debería usar más") para semejante aseveración.