Por Osvaldo Ardizzone (*)
Cuando hayas perdido la sinceridad.
Cuando te vuelvas convencional y claudiques hasta de tus más queridas convicciones.
Cuando te elabores los argumentos para justificar tus miserias y, además, las justifiques.
Cuando sacrifiques la amistad por el poder.
Cuando festejes el humor de los mediocres como la pobre copera lo hace con sus clientes.
Cuando te acostumbres a juzgar a los demás por la calidad de la ropa que visten.
Cuando mires con conscupicencia la mujer del amigo que te brinda la mesa, el techo y hasta el lecho.
Cuando juzgues despreciativamente a un borracho.
Cuando te erijas en juez inflexible de una prostituta.
Cuando te sientas respetuoso de la ley nada más porque pagas tus impuestos al día.
Cuando te inclines por lo que te conviene y no por lo que realmente sientas.
Cuando después de tres días consecutivos adviertas que ni una sola vez levantaste los ojos al cielo.
Cuando digas con la voz impostada del aforista que deben existir los pobres y los ricos, los triunfadores y los fracasados, los dirigentes y los dirigidos. Y agregues con la misma impostada presuntuosidad que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen.
Cuando te refieras a la gente y no te sientas incluido en ella.
Cuando pronuncies por primera vez la palabra negro con asco.
Cuando te sientas ufano y orgulloso de ser blanco.
Cuando llegues a gerente y además te sientas gerente.
Cuando a fuerzas de proclamar tus desprejuicios desemboques sin escrúpulos en el crimen.
Cuando dejes tus tarjetas en los velatorios para que nadie dude de tu puntualidad.
Cuando entones canciones de protesta porque está de gran moda cantarlas.
Cuando tus más queridos sueños literarios, cuando la fresca espontaneidad de tu primer soneto desemboquen en la prosa gris y árida de un memorándum ejecutivo.
Cuando asistas sin inmutarte a un desalojo.
Cuando proclames ante tus hijos tu brillante carrera de triunfador.
Cuando dejes de concurrir a los parques.
Cuando dejes de mirarle los ojos a las muchachas.
Cuando ya no te quede la posibilidad de un asombro ni un resto de candor, ni una lágrima para una pena ni el estremecimiento para un abrazo de hermano, ni el valor para jugarte en un gesto.
Cuando pierdas la facultad de arrepentirte.
Cuando seas incapaz de perdonar.
Cuando te sientas vacío para querer.
Cuando maquines por primera vez.
Entonces, ¿de qué te servirá el poder, de qué el dinero, de qué los amoríos fáciles, de qué las frases huecas, de qué tu vida?
Porque entonces, con solo mirarte ante el espejo, comprobarás que te has transformado en lo que se dice, comúnmente, una mierda.
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(*) Conocí a Ardizzone hace muchos años. Creo que fue más o menos para la época en que murió. Leía sus notas deportivas en impresos viejos. Posiblemente en El Gráfico, pero no estoy seguro. Luego me encontré con su veta más lírica (poemas, esfuerzos literarios, algunas letras de tango). Estimo que LSDA puede brindar una mejor biografía. Quizá "A solas con uno mismo" asome como un texto predestinado a circular en asquerosos powerpoints con musiquita de Keeny G de fondo. Ojalá que no, pues no me gustaría verlo fallecer en un powerpoint de 5 MB y 30 diapositivas con crisantemos pelotudos y música de telo.
NS
3 comentarios:
En efecto, Ardizzone forjó su carrera entera en El Gráfico. No tenía educación formal de ningún tipo y el rumor era que había crecido hasta ser lo que era (en una época de periodismo emotivista y descriptivo hasta el centavo) por la potencia de su palabra gaucha.
Era bruto, por más poéticas que parecieran sus líneas de siempre. Era tradicionalista y era esperanzado. Eso gustó a una generación que añoraba lo que no conocía: las transmisiones en vivo.
Los jugadores de la época lo tienen como un símbolo de lo que debe hacerse: era su amigo. Los cubría, los ayudaba, cantaba con ellos en los vestuarios y festejaba con ellos en los restaurantes de vino y cerveza fácil. Hasta tocaba la guitarra.
Su encantamiento dura. En las escuelas de periodismo lo ensalsan junto a otro referente de aquel momento: Dante Panzeri.
El gran Dante era un poco más combativo y mucho más ácido.
Ardizzone era Ardizzone. Y escribió poemas deportivos y de los otros.
Es bueno, Natalio, ver que estás por ahí, dando vueltas, con el ojo despierto y el corazón tan blanco.
¿Cómo sería la música de telo? (Ja)Esos reductos son tan extraños.
Muchas veces mi cabezota me juega malas pasadas cuando está sola consigo misma (cuando estoy conmigo misma). Hace una semana paso eso. Me agarró un miedo enorme (justo yo que había sido tan valiente) y me enfrenté a una balanza que marcaba 39.50. Había bajado 3 kilos sólo por mis miedos, por la maldita costumbre de castigarme un poco. No podía probar bocado, en fin, la historia de hace cinco años. Hoy estoy contenta, en realidad siempre estuve contenta, muy feliz, me sentía como un fantasmita, pero en el fondo había una felicidad enorme. Fueron días de mucho pensar y de dejar de pensar para actuar. Tito me agarró la mano y me preguntó si quería aceptar este desafío con él. Contesté que sí con lágrimas en los ojos.
No sé, leer el texto de Ardizzone, me hizo pensar en todo eso, en estar con uno mismo y sí, a veces uno genera mierda, el desafío está en darse cuenta y en solucionarlo.
Me reía con lo de "Cuando te refieras a la gente y no te sientas incluido en ella". Uff es tan común , fue mi obsesión cuando entrevisté a una serie de publicitarios y a algunos me atreví a discutirselo.
Leyendo el texto uno se siente un poco orgulloso sabiendo, por ejemplo, que no ha perdido la sinceridad.
Podría haber sido una gran burbuja gigante, pero no, fueron globos y colores, éste es mi pequeño deseo de fin de año http://www.flickr.com/photos/96512571@N00/2146426552/
Aprendi que la musica de telos va por circuito cerrado, lo cual significa que el recepcionista pone el cd compilado de temas en saxo y cuando se acaba siguen los de FM Hit. En caso de ser de los de mala muerte, probablemente pase lo msimo con la tele, y eso que no me gustan los telos.. Vamos vamos Flor, no se haga la desentendida.
Respecto a sus 3 kilos...muher! vas a desaparecer!
El texto esta bueno..me senti identificada con mas de una frase, pero son identificaciones momentaneas, cosas que pasan por epocas.
Me atreveria a discutir los ultimos 2 parrafos ya que, a mi criterio, el dinero, el poder y demases te pueden brindar ciertos placeres que te pueden hacer feliz incluso para toda la vida sin la necesidad de sentirte una mierda.
Respecto al estar solo con uno mismo, es algo barbaro! Si uno no se conoce bien ni sabe lo que quiere, jamas podria estar bien con el mundo que lo circunda por lo que la vida seria un completo caos (o no, no se).
Aprovecho para comentar que estas ultimas semanas aprendi que tambien esta bueno no estar tan solo, especialmente cuando te llevas muchas sorpresas y abris tu cabeza un poco mas. Super interesante descubrir y descubrirse.
Es algo completamente subjetivo... tema excelente para una charla y discutir con algun vino fresquito en esta epoca calurosa.
Feliz anio a todos!
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